Juan José Padilla estará
presente en la Feria Internacional de Valencia 2013
|
Pamplona (España), 13 jul (EFE).- Los diestros Iván
Fandiño y Juan José Padilla salieron a hombros al finalizar el penúltimo
festejo de los Sanfermines, en el que el jerezano hizo vibrar a un entregado
público pamplonés que ya le trata como a un ídolo.
La Monumental de Pamplona se llenó en el noveno festejo
de Sanfermines.
El ídolo de Pamplona
Aunque Iván Fandiño consiguió ser el primer matador de
toros que corta dos orejas de un mismo astado en estos Sanfermines, el gran
protagonista de la penúltima corrida de la feria fue Juan José Padilla,
recibido y tratado como un auténtico ídolo de los tendidos de sol ... y de los
de sombra.
Padilla y Fandiño salieron a hombros de la plaza, ambos
con dos orejas en el esportón, aunque el de Jerez aún pudo hacerlo con dos más
de haber atendido el presidente la fortísima petición del segundo trofeo que el
jerezano tuvo en sus dos turnos.
Desde que salió al paseíllo Padilla desató tanto la
pasión de los pamploneses que al entregado público no le importaron los reales
méritos de sus faenas para mostrarle su cariño con una desmedida generosidad.
Pero, aparte de pasiones, cuatro orejas hubieran
sobrevalorado en exceso su labor ante dos toros de muy distinta condición pero
en las que Padilla usó similares y astutos argumentos: largas cambiadas de
rodillas, variados pares de banderillas y un toreo populista y plagado de
guiños a la galería que conectó perfectamente con el ambiente festivo y a favor
de corriente de la plaza.
Cada rodillazo, cada desplante, cada molinete, cada
adorno y artificio del diestro gaditano con el manso y huido primero así como
con el noble y profundo cuarto tuvieron una respuesta entusiasta desde las
peñas.
Justo desde allí no cesaron de surgir banderas piratas y
un largo repertorio de cánticos elogiosos hacia un torero tratado como un héroe
deportivo, que hoy en Pamplona se dio un nuevo baño de multitudes.
También generosa fue la segunda oreja concedida a Fandiño
tras la lidia del tercer toro. Fue este otro de los dos únicos ejemplares de
Fuente Ymbro que tomó con entrega y nobleza los engaños, y el diestro vizcaíno
le hizo una faena reposada y suave, en la estrategia y en el pulso de los
pases.
Se acompasó más Fandiño con las buenas embestidas de
mitad del trasteo en adelante, pero el animal fue perdiendo gas y restándole
vibración a los embroques, hasta que el vasco remató la obra con una limpia y
buena estocada, que fue la que no luego pudo cobrar con un sexto que tuvo un
violento genio imposible de atemperar.
A Miguel Ángel Perera le correspondió un pésimo lote,
formado por un torancón desabrido y peligroso y un sobrero escurrido y muy
terciado que no pudo seguir la muleta dos veces seguidas con un mínimo
recorrido.
También el extremeño les aplicó a ambos una misma receta,
la de la firmeza y la seguridad para aguantar cabezazos y coladas, en los
largos intentos de alargar y someter cada oleada, lo que tuvo especial mérito
ante ese segundo de la tarde que desarrolló un peligro sordo ante el seco valor
de Perera.
Ficha de festejo
Seis toros de Fuente Ymbro (el escurrido quintoº como
sobrero), muy voluminosos y con más de 600 kilos de media. Salvo los nobles y
entregados ejemplares lidiados en tercer y cuarto lugares, el resto tuvo
mansedumbre y sacó un brusco genio defensivo.
Juan José Padilla: pinchazo y estocada (oreja con
petición de la segunda); estocada trasera (estocada con fuerte petición de la segunda
y dos vueltas al ruedo).
Miguel Ángel Perera: estocada trasera desprendida
(silencio); bajonazo (ovación).
Iván Fandiño: estocada (dos orejas); estocada chalequera
y dos descabellos (silencio).
Padilla y Fandiño salieron a hombros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario