martes, 13 de agosto de 2013

Antonio Ferrera Heroico en Gijón

Antonio Ferrera en su heroica forja de hoy Foto: Javier Arroyo


El diestro extremeño Antonio Ferrera quien es una de las grandes figuras que vendrá a participar en La Feria Internacional de Valencia 2013 ha protagonizado una jornada heroica en Gijón la tarde de hoy al cortar 3 orejas tras ser herido  por los toros de “La Quinta” en el mano a mano que protagonizo junto a Javier Castaño quien también cayo herido y un inédito Álvaro de la Calle quien también vivió su momento de gloria al lidiar un de los astadas del lote de castaño que no pudo matar por estar siendo atendido en la enfermería.

El Portal Mundotoro.com refleja la heroica tarde de esta manera:



Tres héroes en El Bibio

Gijón (España). Decir que los toreros son héroes es un tópico que, por repetido, puede infravalorar la verdadera dimensión del término. Por eso de vez en cuando resulta estimulante presenciar festejos como el de hoy en Gijón: un espectáculo histórico con todas las letras. Por cómo se la jugaron los dos tíos que se enfrentaban mano a mano, por cómo se sobrepusieron a sus respectivos percances y por la manera de afrontaron, heridos y mermados, las lidias de los dos últimos toros. Mención aparte para el sobresaliente, Álvaro de la Calle, un tío que no torea y que de sopetón se encuentra un santa coloma pidiéndole un carnet que tenía sobradamente vigente. Para descubrirse. Y todo con una corrida de verdad. Seria por dentro y por fuera, tan exigente como agradecida, que propició un espectáculo grandioso. Lo que es el toreo.

Guapo de verdad, al cárdeno salpicado que abrió plaza le faltó recorrido pese a su nobleza, y no acabó de empujar para delante. Muy ceremonioso, vendiendo cada cité y alargando cada embestida, Ferrera dio entidad a la faena en tres series de muletazos -dos con la zurda y una con la derecha- extraídos de uno en uno, de gran mérito, pero como no hubo ligazón a la gente tampoco le acabó de llegar la conseguida obra del extremeño.

Tocadito arriba de pitones y muy en el tipo de su encaste, el segundo empujó en varas y tuvo una embestida pronta y encastada en el último tercio. Sin acabar de someter por abajo la embestida del santacoloma, a la faena de Castaño le faltó cierta hondura pero tuvo la virtud esencial de la ligazón para interesar al tendido. Destacó del conjunto una serie de largos naturales

Ferrera le aplicó la lidia total al tercero. Primero lo saludó con dos tijerillas de rodillas, y después de agarrarse en lo alto en un medido puyazo, puso la plaza en pie en un expuesto tercio de banderillas. El animal de La Quinta resultó exigente y no regaló una sola embestida. Por eso la faena de Ferrera tuvo el sello de lo auténtico, por la emoción de cada serie y el riesgo de cada embroque. Después de un inoportuno pinchazo, quiso asegurar la estocada en el viaje siguiente y del envite resultó prendido en el muslo, con una cornada en la cara interna, tercio medio de la citada extremidad. Se llevó la ovación de la feria cuando con el doble trofeo y por su propio pie se puso en manos de los cirujanos.

El cuarto apretó para dentro a Castaño cuando trataba de alcanzar el burladero tras los lances de recibo y también lo metió para dentro, en principio con una herida en el recto. Se hizo cargo de la lidia el sobresaliente, Álvaro de la Calle, durísima papeleta para un torero que no torea y que estuvo a la altura deun toro noble, con calidad y recorrido y humillación. El inicio para sacarse al toro a los medios tuvo torería, y la faena temple y reposo. Impensable para un torero en su estado. El público, sensibilizado con lo que veía, alentó y hasta se puso en pie para ovacionar al salmantino, que extrajo series sobre todo con la mano derecha de gran consistencia. Se tiró a matar con todo y al tercer intento logro una estocada de libro. La oreja le debe valer para algo más que para acaparar los titulares de mañana.

Con un pantalón de monosabio, con una sensible cojera y sin chaquetilla afrontó Ferrera la lidia del quinto, otro buen toro, que tuvo las virtudes del buen santacoloma, prontitud, fijeza, recorrido y humillación. Ferrera lo lanceó con vibración, compartió banderillas con la cuadrilla de Castaño antes de brindar a los doctores y estructurar una faena arrebatada, rota y sentida, basada en la mano izquierda y vivida con verdadera pasión desde el tendido.

De idéntica guisa salió Castaño a lidiar el sexto, una pintura cárdena, que tuvo largura en su embestida por el pitón derecho si bien por el lado zurdo se quedó más corto. Castaño lo saludó de rodillas en el tercio y después de un ovacionado tercio de varas de Tito Sandoval, construyó una faena de mucho ritmo y despaciosidad por el pitón bueno del toro, con algunas series al ralentí. La estocada fue perfecta rúbrica a la faena y a la tarde, uno de los acontecimientos de la temporada.


Plaza de toros de Gijón. Quinta de feria. Dos tercios de plaza. Toros de La Quinta, muy bien presentados, en el tipo de su encaste, serios, con trapío y plaza. Corrida muy completa, con las virtudes de su estirpe. Destacaron tercero, quinto y sexto por el pitón derecho. Encastado el segundo. El cuarto 'Mulero', n 85, cárdeno, de 493 kilos, nacido el 11/08, premiado con la vuelta al ruedo. Antonio Ferrera, ovación, dos orejas y oreja; Javier Castaño, oreja y dos orejas . El cuarto lo mató el sobresaliente Álvaro de la Calle, oreja tras aviso. Saludaron en banderillas en segundo y sexto David Adalid y Fernando Sánchez. A caballo destacó Tito Sandoval.

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