Ferrera se lleva la tarde en Málaga Foto: Joaquín Bueno |
El diestro extremeño Antonio
Ferrera reaparecía el día de hoy en Málaga luego de la cornada sufrida hace
pocos días en Gijón, y su reaparición a sido en un cartel muy similar al de
aquella tarde heroica que hace poco compartimos con ustedes, un mano a mano con
Javier Castaño y toros del encaste Santa Coloma pero esta vez pertenecientes al
hierro de Victorino Martin.
Ferrera a quien podremos ver en noviembre el La feria Internacional de
Valencia se ha llevado la tarde al cortar dos orejas y bridar un gran espectáculo
como nos lo relata el portal español Mundotoro.com
Ferrera y un gran
espectáculo
Irene Martín Moya
Málaga (España). Sobre todo,
entretenimiento es lo que hubo en la gran corrida que lidió Victorino Martín en
Málaga. Brilló Antonio Ferrera en su reaparición, que supo acoplarse y
aprovechar las embestidas de sus oponentes, llegando a cortar dos orejas. Hubo
tres toros para destacar como fueron el primero, cuarto y quinto. Incluso se le
llegó a pedir el indulto al cuarto de la tarde tras el gesto indicativo de
Javier Castaño, quien no tuvo su tarde con la espada. Por lo demás todo fue
espectáculo y diversión. Una buena tarde de toros donde todos participaron y
fueron protagonistas.
En el quinto Ferrera tuvo el
gesto de pedirle al sobresaliente Fernández Pineda que realizara un quite y
luego invitó a los banderilleros de la cuadrilla de Castaño: Adalid y Fernando
Sánchez, a compartir el segundo tercio con él. Fernando Sánchez fue volteado y
herido en el gemelo izquierdo a la salida de su par pero no pasó por la
enfermería. Ya con la muleta, Ferrera aprovechó la gran fijeza y nobleza del
animal para desarrollar una faena relajada y de mucho gusto. Mató de media
estocada y paseó una única oreja aunque se le pidieron las dos.
El primero de Victorino fue
de una calidad extraordinaria, con un temple en la embestida que permitió a
Ferrera, que reaparecía, torear a gusto tanto con el capote, como con las
banderillas y la muleta. Sin olvidar, no obstante, las dificultades que podía
presentar el animal cuando el torero se anticipaba. Ferrera realizó una lidia
cuidada en los detalles que sirvió para que el público pudiese ver las
cualidades del animal. Mató de estocada caída y paseó una oreja.
El cuarto fue un toro
excepcional; noble, manejable y con durabilidad. A tal extremo que Javier
Castaño no dudó en preguntar con un gesto al respetable si lo debía matar o era
merecedor del indulto. Sin embargo, al propio torero le faltó rotundidad en la
faena. Con la izquierda toreó más a placer con naturales largos pero quizás la
mejor serie fue la penúltima cuando dejó la muleta arrastrada. Intentó matar
recibiendo y pinchó, y luego también falló con el descabello. Dio la vuelta al
ruedo.
El segundo fue más exigente
y ofreció un buen juego en la suerte de varas, donde se lució arrancándose
desde el centro del ruedo. Luego el animal se fue aplomando en los demás
tercios y llegó a la muleta muy rajado. Castaño aprovechó lo que pudo pero
luego estuvo desacertado con la espada y mató de dos pinchazos y varios
descabellos. En el sexto hubo dos detalles a reseñar: el hecho de que tocara la
banda durante el tercio de banderillas para la cuadrilla del matador, que
además volvieron a desmonterarse; y que Castaño le brindó la muerte del último
toro, tras lidiar una corrida con mucho contenido, a Victorino Martín padre e
hijo. El toro no fue tan cómodo como los anteriores y al torero le costó
acoplarse. De nuevo estuvo mal con la espada y fue silenciado.
Plaza de toros de Málaga.
Tercera de feria. Un tercio de plaza. Toros de Victorino Martín. Antonio
Ferrera, oreja, ovación y oreja con petición de la segunda y Javier Castaño,
silencio, vuelta al ruedo y silencio. Saludaron en banderillas del segundo y
del sexto David Adalid y Fernando Sánchez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario